Muchas personas confunden el significado de las palabras adiestramiento y educación canina. La diferencia entre ambas es considerable, pero actualmente estos términos todavía se prestan a confusión.
A lo largo de este artículo vamos a ir desgranando el significado de cada uno poniendo ejemplos para que se entienda mejor.
¿Te animas a conocer la diferencia entre educación y adiestramiento canino en obediencia?
Índice
Educar a un perro ¿En qué consiste?
El objetivo de enseñar a tu can buenas maneras es que se pueda integrar en sociedad de forma aceptable. Es decir, que sepa estar en diferentes situaciones sociales de manera agradable para el resto de personas y perros.
Para conseguir esto ofrecemos servicio de educación canina en Valencia a domicilio.
Con unos ejemplos se entiende mejor.
Un perro educado sabe comportarse cuando llegan visitas a casa. Por tanto no se sube encima de ellas ni ladra y corre nervioso por el pasillo estando presentes.
Cuando interactúa con las visitas lo hace de forma tranquila y por tanto es agradable para todos. Después de esto se va a su cama a descansar mientras las personas hablan tranquilamente en el salón.
Educación y convivencia van de la mano. Hay que trabajar sobre ellas durante la etapa de cachorro.
Otro ejemplo es un perro que sabe estar relajado en la terraza de un bar mientras te tomas algo con los amigos. En ese rato no llora ni ladra para pedir, no se sube a la mesa a robar comida y está tumbado tranquilamente sin tirar de la correa.
Si sabe comportarse nos lo podremos llevar con nosotros a muchos sitios, como tiendas y hoteles donde acepten animales. De esta manera disfrutaremos más de su compañía. Tener un perro educado es la única manera de que la convivencia sea feliz y agradable para perros y humanos.
Si le has enseñado a tu compañero a estar tranquilo se comportará correctamente en la mayoría de las situaciones sociales.
La educación desde que es un cachorro
Es conveniente empezar a enseñarle buenos hábitos a tu perro cuando es un cachorro.
En esa etapa es mucho más fácil porque no ha adquirido malas costumbres. Es un error retrasar el momento de educarlo correctamente y esperar a tener problemas.
Uno de los puntos clave en la educación de tu cachorro es enseñarle a que esté tranquilo en casa.
De hecho, muchas de las consultas que le llegan a un adiestrador canino es sobre el mal comportamiento de su perro cuando está en casa (rompe cosas, ansiedad por separación, ladra cuando llaman al timbre, se mea en el sofá, etc).
¿Cómo enseñarle a un perro a estar tranquilo en casa?
Pues hay varios puntos que habría que tocar para aprenda que la casa es el lugar donde estar tranquilo. Algunas son asignarle y positivizar un lugar de descanso, no alterarlo cuando llegamos del trabajo o cuando llegan las visitas, no jugar con él en casa sino en la calle, etc.
Muchas personas se centran en cansar mucho al can, en darle mucha actividad para que no rompa cosas en casa. Pero no tienen en cuenta potenciar que esté tranquilo ni tampoco asignarle un lugar para descansar.
Hay que tener presente que la actividad física es muy importante para cualquier perro, pero también el poder relajarse durante varias horas a lo largo del día.
Un lugar de descanso es aquella zona de la casa que hemos acondicionado para que nuestra mascota pueda estar cómoda y a gusto. Puede ser una cama para perros, un parque para cachorros e incluso un transportin o jaula.
Es fundamental que asociemos este lugar a algo positivo para que tu mejor amigo quiera entrar y permanecer allí de forma voluntaria.
Este trabajo es fundamental hacerlo con un cachorro.
De esta manera le gustará estar en su cama desde pequeño y lo tendremos más fácil para que entienda que la casa es el lugar donde se descansa.
Al fin y al cabo una parte de la educación canina consiste en que tu perro, ya sea adulto o cachorro, entienda que estando tranquilo consigue la mayoría de las cosas.
¿A quién no le gusta tener un perro educado?
A todos nos gusta tener un perro que sepa comportarse, aunque no todas las personas lo consiguen. Por ejemplo, hay canes que ladran continuamente cuando están en la terraza de una cafetería.
Esto puede deberse a varios motivos. Algunos de ellos son que se les ha dado de comer de la mesa y ladran para pedir, están nerviosos y no son capaces de tumbarse y relajarse durante un rato, etc.
Que un perro pida de la mesa estando en casa no es molesto para la mayoría de las personas. De hecho muchas veces se refuerza este comportamiento, de forma consciente o inconsciente, ya que cuando ladra para pedir de la mesa se le suele dar comida.
Obviamente esto es un error, porque tu mascota aprende a ladrar para conseguir lo que quiere. El aprendizaje que tiene lugar es el responsable de que vuelva actuar de la misma manera repetidamente.
Pero el problema realmente reside en que si lo hace en casa lo va a extrapolar a otras situaciones, como la terraza de un bar. Aunque en casa no te resulte una actitud molesta, en el bar si lo será tanto para ti como para el resto de personas que están en las mesas de alrededor tomando algo.
Por este motivo es fundamental enseñarle a tu perro a que sepa comportarse en cualquier situación.
¡Educa a tu cachorro cuanto antes!
Otra situación que también puede provocar un cierto apuro es que tu mejor amigo se suba a cualquier persona que ve. Esto puede suceder tanto en la calle como con las visitas que llegan a casa.
En la mayoría de los casos el origen de este comportamiento reside en que en la etapa de cachorro.
Muchas personas han acariciado al perro de forma efusiva y lo han alterado. Por tanto el cachorro entiende que la forma de interactuar es esa y que así recibe atención.
Las visitas que llegan a casa pueden fomentar que tu cachorro tienda a subirse y a recibirlas de forma nerviosa por el mismo motivo.
Pero también es muy habitual que las personas que conviven con un perro adulto lo alteren mucho cuando llegan de trabajar saludándolo de forma efusiva. Esto además suele suceder con familiares y amigos, los cuales suelen hacer lo mismo.
Al igual que con la comida que comentábamos anteriormente, el aprendizaje que tiene lugar no es el más adecuado. Fomentar estos comportamientos no es nada recomendable, ya que la etapa de cachorro es fundamental para aprovechar y enseñar correctamente a tu perro.
Educación VS adiestramiento canino ¿Qué es mejor?
La obediencia canina consiste en enseñarle a un perro a realizar ciertos comportamientos. Entre ellos están el sentado, tumbado, quieto, junto y la llamada.
Educación y adiestramiento en obediencia no tienen nada que ver.
Al fin y al cabo puedes tener un perro entrenado que no sepa comportarse en sociedad. O un perro educado que no tenga las mínimas nociones sobre adiestramiento.
Muchas personas contratan a un adiestrador canino profesional con el objetivo de entrenar a su perro. Pero realmente lo que necesitan es educarlo.
No es conveniente suplir un mal comportamiento, como por ejemplo subirse a las personas en la calle, con adiestramiento. Por desgracia es el objetivo de la mayoría de la gente.
Pero el educador al que contactan estas personas debería hacer hincapié en que su perro no necesita aprender obediencia. Lo que hay que enseñarle es a comportarse de una manera adecuada a la situación.
Si la finalidad es enseñarle a tumbarse para decírselo cuando se suba a las visitas, solo estaremos poniendo un parche. Sería mucho más adecuado enseñarle a estar tranquilo.
Teniendo en cuenta que educación canina y adiestramiento no son lo mismo, es importante recalcar que ambos son importantes.
Pero trabajaremos una cosa u otra dependiendo de cuáles sean las necesidades del perro. Hay que determinar qué es lo más conveniente para él y para nuestra convivencia.
Cualidades de un buen educador canino
Hay algunos puntos que son importantes tener en cuenta a la hora de buscar un adiestrador de perros con el que trabajar. Sino, te puedes encontrar con la sorpresa de que el adiestramiento en obediencia o cambio de conducta no es efectivo.
El primer punto a tener presente es que el entrenador canino se desplace a tu domicilio. De esta manera trabajarás en el entorno de tu perro.
Esto es fundamental.
Si trabajas en un lugar desconocido tu perro podría no comportarse igual y por tanto verías una realidad distorsionada. Además, una vez finalices la modificación de conducta o el adiestramiento podría volver a reincidir cuando esté de nuevo en su entorno habitual.
Otro aspecto muy importante es que el educador o etólogo canino te enseñe a manejar a tu mejor amigo.
Muchas veces los perros se comportan de una cierta manera debido a la forma en la que actúa el guía.
Puede que esto potencie su miedo, agresividad, ansiedad, etc. Es fundamental que el adiestrador te enseñe qué cosas tienes que hacer y cuáles no para que hayan avances significativos.
Al fin y al cabo tú eres el que te vas a quedar a tu perro. Es fundamental que absorbas el máximo conocimiento posible para saber cómo actuar.
Elige a un adiestrador o etólogo canino que te inspire confianza y del que tengas buenas referencias.
Busca que trabaje en el entorno de tu can y te explique bien todas las pautas. Así es más probable que obtengas buenos resultados trabajando con él.
Conclusión
Enseñar a tu perro buenos modales debería ser algo prioritario.
No es conveniente que te esperes a que tu perro desarrolle problemas de comportamiento para actuar.
La educación canina es algo que conviene hacer desde el primer día que tu mascota entra en casa. Independientemente de que sea un cachorro o un perro adulto que hemos adoptado de una protectora.
Si es un cachorro, es muy importante que le enseñes desde el principio cómo comportarse en casa y en el resto de situaciones sociales. Y si es un adulto con ciertos hábitos, no los potencies y haz un trabajo para enseñarle a comportarse.
La única forma de convivir agradablemente con tu perro pasa por aprender educación canina. Así que, ¿a qué esperas?